martes, junio 03, 2014

Personas mayores y TIC




Entre los casi ocho millones y medio de personas de 65 y más años que hay en nuestro país, según datos provisionales a 1 de enero de 2014 de la Estadística del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística, se advierte, de hecho, la existencia de una fractura o brecha digital que, según el estudio “Los Mayores ante las TIC. Accesibilidad y Asequibilidad” de la Fundación Vodafone España, aunque tiende a reducirse por el transcurso del tiempo, evidencia que las personas de 65 y más años encuentran barreras para el uso de las TIC.

Entre estas limitaciones destacarían las siguientes:

-       Motivacionales: falta de interés, bajo la que se esconde un rechazo a priori de la tecnología.

-        Accesibilidad: limitaciones de carácter funcional derivadas de discapacidades sobrevenidas o derivadas de su edad.

-        Económicas: son las menos relevantes entre las personas mayores. Además, en muchas ocasiones el gasto es asumido por la familia, ya se trate de hijos o de nietos.

Con carácter general, las personas mayores buscan dispositivos de pequeño tamaño, fácil uso y que permitan una cómoda y sencilla comunicación. El teléfono móvil es, así, el protagonista tecnológico entre estas personas, de modo que el 85% de ellas lo utiliza.

Tanto el ordenador como Internet presentan índices de uso inferiores al de los dispositivos móviles.

El acceso a Internet es impulsado por los hijos cuando los mayores se encuentran solos o han sufrido alguna mala experiencia. Sin embargo, su uso suele constituir algo positivo: les reporta tranquilidad y bienestar, al ser una tecnología que no les genera grandes problemas.

De acuerdo con la “Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de laInformación y Comunicación en los Hogares” realizada por el Instituto Nacional de Estadística, se está produciendo un notable incremento en la utilización de las tecnologías por las personas mayores situadas en la franja de edad de 65 a 74 años.

Así, en los últimos años la utilización del móvil por estas personas ha aumentado del 68,2% al 76,2%.

El uso del ordenador crece del 22,4% al 30,7%.

Pero el mayor incremento lo experimenta el uso de Internet que, en los 4 últimos años, ha aumentado del 16,4% al 25,2%, casi 9 puntos.


Un 19% de los mayores se habría conectado alguna vez a Internet. Un 12% tendrían un contacto semanal, aunque solo el 8% realizaría un contacto diario con la Red. 

Fuente: noticiasdot.com

Sin embargo, entre los servicios que usan más habitualmente, como el correo electrónico y leer la prensa o buscar información general, no se encuentra el uso de los servicios de administración electrónica.

Rafael Beitia

domingo, junio 01, 2014

Uso y acceso a las TIC por personas con discapacidad




Las personas con discapacidad, más de 2.600.000 en nuestro país de acuerdo con la Base Estatal de Datos de Personas con Discapacidad, se enfrentan a importantes limitaciones para el uso de las TIC, sobre todo el ordenador e Internet. Sin embargo, la utilización de dispositivos móviles se encuentra prácticamente universalizada entre este colectivo.


De acuerdo con el estudio “Acceso y Uso de las TIC por las personas condiscapacidad”, de la Fundación Vodafone España, el teléfono móvil es utilizado por el 92% del total de personas con discapacidad, mientras que el ordenador lo es por el 43% de ellos e Internet por el 32,5%. Sin embargo, todos estos datos resultan inferiores a la media española, como se aprecia en el gráfico siguiente en el que se muestra el uso de las TIC por las personas con discapacidad en comparación con los datos de uso por la totalidad de la población española.

Uso y acceso a las TIC por las personas con discapacidad

Fuente: Fundación Vodafone España y elaboración propia


De acuerdo con este estudio, las dos principales barreras que encuentran estas personas para usar las TIC son:

-         La accesibilidad
-         La asequibilidad

La accesibilidad de los dispositivos y aplicaciones constituiría una palanca imprescindible para la mejora de su autonomía personal y, por ende, de su calidad de vida. Para ello necesitan, ante todo, de dispositivos adaptados, tanto ordenadores como terminales móviles.

En general, existe un grave problema de accesibilidad a Internet entre este colectivo, lo que conlleva, por ejemplo, que las personas con discapacidad que acceden a la administración electrónica sean muy escasas. En concreto, únicamente usan los servicios de administración electrónica el 32,1% de las personas con discapacidad que utilizan Internet, que a su vez son el 32,5% del total de personas de este colectivo.

En cuanto a la asequibilidad de las tecnologías, las personas con algún tipo de discapacidad constituyen también un colectivo especialmente vulnerable, ya que no sólo requieren dispositivos idóneos de telefonía móvil, ordenador e Internet, sino que la mayoría de ellos no los disfruta por considerarlos económicamente inalcanzables. Así lo manifiestaría el 69% de estas personas.

El precio de los dispositivos idóneos parece constituir, así, una seria barrera. Es de esperar que el desarrollo de la tecnología y, en consecuencia, la probable disminución de precios, tiendan a favorecer una disminución de esta barrera.

Rafael Beitia

viernes, mayo 16, 2014

La Accesibilidad en la legislación más reciente




Dos Leyes recientes en España se han ocupado hace unos meses de la Accesibilidad, en general, y del acceso a la información, en particular.

La primera, la Ley General de Discapacidad, para la que Accesibilidad es “la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible”, lo que presupone una estrategia de “diseño universal o diseño para todas las personas” (Artículo 2.k del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, BOE nº 289, de 3 de diciembre).

La segunda Ley, unas semanas después de la anteriormente citada, es la Ley de Transparencia, al modificar la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, reforzando la previsión de que el acceso a los servicios públicos ha de encontrarse al alcance de todos los ciudadanos, al referirse al derecho de acceso a la información pública, archivos y registros de las Administraciones (Art. 35.h de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, redactado por el apartado uno de la disposición final primera de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, BOE nº 295, de 10 de diciembre).

Con el fin de hacer factible el acceso universal a través del canal electrónico, la Ley de Acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos ya había contemplado el “principio de accesibilidad a la información y a los servicios por medios electrónicos en los términos establecidos por la normativa vigente en esta materia, a través de sistemas que permitan obtenerlos de manera segura y comprensible, garantizando especialmente la accesibilidad universal y el diseño para todos de los soportes, canales y entornos con objeto de que todas las personas puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones, incorporando las características necesarias para garantizar la accesibilidad de aquellos colectivos que lo requieran” (Art. 4.c de la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, BOE nº 150, de 23 de junio).

Esta misma Ley declaró el correlativo derecho de los ciudadanos “a la igualdad en el acceso electrónico a los servicios de las Administraciones Públicas” en sus relaciones con ellas  por medios electrónicos (Art. 6.2.c de la Ley 11/2007), y se ocupó específicamente de la accesibilidad de las Sedes electrónicas (Párrafos 3 y 5 del art. 10 de la Ley 11/2007).
Rafael Beitia